[Infografía] Cómo Leer un Libro Muy Largo en Poco Tiempo
venadoa • 4 de diciembre de 2020
Si eres un amante de la lectura , te habrás dado cuenta de que existen demasiados libros de los que aprender pero muy poco tiempo para lograr leer cada uno de ellos.
Tras leer varias técnicas para mejorar la habilidad de lectura, me di cuenta de que siguiendo una pauta era capaz de ahorrar horas dedicadas a algunos libros .


Muchos tutores caninos han presenciado situaciones en las que su perro parece mostrar “celos”: ladridos cuando acaricias a otro animal, actitudes posesivas o incluso comportamientos destructivos tras dar atención a alguien más. Pero, ¿es real que los perros sienten celos como los humanos, o es solo una interpretación errónea de su conducta? La ciencia y la observación del comportamiento animal tienen mucho que decir al respecto. Conocer las verdaderas causas de estas actitudes es clave para mantener una convivencia armónica con tu perro. ¿Celos o inseguridad? Entendiendo el trasfondo Aunque los perros no sienten celos de la misma manera compleja que los humanos, estudios recientes indican que sí pueden experimentar emociones similares. Según investigaciones en etología canina, los perros pueden reaccionar negativamente cuando perciben que su vínculo afectivo está amenazado por otra figura, ya sea humana o animal. Esta reacción se basa en la necesidad de mantener su lugar dentro del grupo social (la “manada”) y conservar la atención de su figura de apego. En este artículo se abordan distintas señales de celos caninos y cómo diferenciarlas de comportamientos como la ansiedad por separación o el estrés. Comportamientos típicos de “celos” en perros Algunas señales frecuentes que podrías notar si tu perro experimenta celos son: Interponerse físicamente entre tú y otro animal o persona. Ladridos o gemidos cuando prestas atención a otro ser. Marcar territorio o hacer travesuras para llamar la atención. Rechazo a obedecer órdenes cuando otro animal está presente. Estos comportamientos no deben interpretarse como malicia, sino como formas de comunicar una necesidad afectiva insatisfecha. ¿Qué hacer si tu perro muestra conductas celosas? La clave está en el equilibrio emocional. Aquí algunos consejos prácticos: Evita reforzar la conducta : No premies con caricias o atención cuando tu perro interrumpe una interacción por celos. Refuerza su seguridad emocional : Dedica tiempo exclusivo a tu perro, con juegos o paseos, para que no sienta que pierde tu atención. Haz asociaciones positivas : Cuando interactúes con otro animal o persona, premia a tu perro por mantener la calma. Socialización gradual : Si hay un nuevo miembro en casa, dale tiempo a tu perro para adaptarse. No lo fuerces. La importancia del entrenamiento emocional Más allá del adiestramiento básico, los perros necesitan educación emocional. Esto implica ayudarlos a gestionar emociones como frustración, ansiedad o sobreexcitación. Trabajar en la inteligencia emocional canina puede prevenir comportamientos destructivos y fortalecer la relación humano-perro. Técnicas como el refuerzo positivo, la obediencia con juego y la exposición gradual a estímulos nuevos, ayudan a moldear una conducta equilibrada y segura. Conclusión: los celos sí existen, pero se pueden manejar Sí, los perros pueden experimentar emociones similares a los celos, aunque desde un enfoque más instintivo y menos complejo. Identificar las causas de ese comportamiento y trabajar sobre ellas con empatía y coherencia es la clave. No lo tomes como una travesura o mal carácter. Tómatelo como una oportunidad para fortalecer el vínculo con tu perro. Y si quieres profundizar en cómo funciona su mente y emociones, te recomendamos leer Psicología del aprendizaje y adiestramiento del perro , una herramienta imprescindible para cualquier tutor responsable. Actúa hoy: observa, comprende y entrena desde el amor. Tu perro lo merece.

Cuando llega el momento de salir de viaje, atender una emergencia o simplemente tomarte un respiro, dejar a tu perro al cuidado de otros no es una decisión fácil. Quieres asegurarte de que esté en un lugar donde no solo reciba alimento y techo, sino también atención, cariño y seguridad. Por eso, elegir una pensión canina en CDMX requiere más que una búsqueda rápida en internet. Aquí te compartimos los aspectos más importantes que debes tener en cuenta para tomar una decisión informada y responsable. Entorno seguro y supervisado Uno de los primeros elementos a evaluar es la infraestructura de la pensión. El lugar debe contar con áreas seguras, limpias, sin objetos peligrosos ni puntos por donde el perro pueda escapar o lastimarse. Además, debe estar supervisado por personal capacitado las 24 horas. Un buen indicador de calidad es que te permitan hacer una visita previa. Observa si los perros alojados están tranquilos, si el lugar huele bien, y si hay protocolos claros de limpieza y desinfección. Actividad física y estimulación mental Una pensión de calidad no es solo un lugar donde tu perro “espera” a que regreses. Lo ideal es que ofrezcan actividades diarias de ejercicio, juego libre y enriquecimiento mental , adaptadas al tamaño y energía de cada perro. En algunas pensiones de la CDMX integran rutinas de entrenamiento positivo , juegos cognitivos y espacios amplios para que los perros socialicen y se mantengan activos durante el día. Filosofía de manejo sin castigos Es fundamental asegurarte de que el personal no utilice gritos, jalones o castigos físicos como método de control. Un entorno basado en el respeto, el refuerzo positivo y la empatía es esencial para que tu perro no viva la experiencia con ansiedad o estrés. Si te interesa profundizar más sobre esta filosofía, el libro Adiestra en positivo: La guía completa del Positive Dog Training ofrece una excelente base para entender cómo debe manejarse a un perro de forma ética y efectiva. Servicios veterinarios y protocolos de salud Verifica que la pensión cuente con protocolos de emergencia médica o acceso a veterinarios de confianza. Además, deben solicitar carnet de vacunación vigente, desparasitación y control de pulgas antes de aceptar al perro. Esto no solo protege a tu mascota, sino también a todos los perros que conviven en el espacio. Comunicación constante y reportes Nada tranquiliza más que recibir fotos, videos o reportes diarios del comportamiento de tu perro. Asegúrate de que la pensión ofrezca un canal de comunicación abierto y claro durante la estadía de tu mascota. Muchas pensiones en CDMX ya incluyen este servicio como parte de su atención personalizada, lo cual es una excelente señal de compromiso y profesionalismo. Conclusión: tu perro merece más que solo un “cuidado temporal” Elegir una pensión para tu perro no es un trámite menor. Es una decisión que puede impactar profundamente en su bienestar emocional y físico. Por eso, invierte tiempo en investigar, preguntar y visitar antes de decidir . Recuerda: no se trata solo de dejar a tu perro en un lugar seguro, sino de que se sienta como en casa.