Nada tan gratificante como terminar un libro que te enganche tanto que no puedes soltarlo, como un vicio, como el cigarro, como una cerveza los viernes por la noche, y es que los amantes de la lectura saben que significa esto, leer antes de dormir, leer en el micro, leer mientras se almuerza, mientras se espera al médico y hasta mientras se camina y es que hace rato que no me enganchaba tanto con un libro como con El Psicoanalista de John Katzenbach.

Si bien lo tenía como un libro pendiente top para leer, fue inevitable sentir temor de tener tantas ganas que cuando llegó a mis manos me dio miedo haberlo puesto en un pedestal literario, (como cuando te metes por fin con el tipo que lo tenías en un top 1 y había sido un 4 nomas), pero son riesgos que uno debe asumir porque sino la vida para qué, pero desde la página 1 hasta la 379, me atrapó cual serie de Netflix de moda, tanto que dejé La Casa de Papel olvidada por todo el tiempo que duró este fantástico thriller psicológico en mis manos.

Y es que juzguen ustedes, una historia que incluye una frase como “Feliz cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte” te engancha de entrada, y la historia no para de ponerse buena, un Psicoanalista recibe una carta amenazadora y tiene 15 días para descubrir al autor de la misma, por supuesto es un antiguo paciente (o eso parece ser, quisiera no spoilear nada la verdad). ¿Y qué sucede si no logra descubrir quién, cómo y el porqué de esta carta?, el psicoanalista tiene 2 opciones suicidarse o algún familiar suyo morirá.

Como todo buen thriller psicológico los puntos de emoción, tensión, adrenalina, angustia, están presentes en toda la novela, al nivel que quieres ayudar cual detective en pijamas a descubrir al sujeto en cuestión. Lo más interesante es que cuando ya crees que lo sabes todo, la novela gira 90 grados y ¡ZAZ!, sucede lo inesperado y el ciclo de emoción, suspenso y adrenalina de que puede a volver suceder te hace desvelarse hasta descubrir cómo terminará, pero en el fondo no quieres que el libro termine, estas son siempre las tristes contradicciones de los lectores, leer rápido y ansiosamente hasta terminar, pero luego llegas al final, la historia termina y tienes la misma crisis existencial de cuando termina una buena serie, recuerden cómo se sintieron al final de temporada de GOT y cuánto costó saber cómo sobrevivir los domingos siguientes.

Fuente: El Psicoanalista de John Katzenbach